A pesar de hablar de algunas modificaciones que he realizado a mi bicicleta, el tema principal va a ser la elaboración de un plan de ruta para personas que sufren la enfermedad de Crohn o similar.
Quien esté interesad@ en saber más sobre esta enfermedad, puede consultar en internet, como por ejemplo, la Confederación de Asociaciones de enfermos de Crohn y colitis ulcerosa de España.
http://www.accuesp.com/es/
O ponerse en contacto conmigo a través de este blog. ;)
Mi lema es: "El Crohn no te puede parar"
No entraré en los diferentes estados de la enfermedad, ni en si se está en periodo de remisión o en estado grave. Es obvio que cuando se está realmente mal, uno ni se plantea salir, casi ni de casa.
Pero siempre que pasemos por un periodo de "estabilidad" en el que la enfermedad nos permita realizar ciertas actividades, deberíamos aprovecharlas.
Con
nuestras limitaciones, o a pesar de ellas, podemos realizar
actividades que nos llenen y nos permitan disfrutar del día a día.
En
mi caso, un cambio de vida y pensamiento más alejado del estrés,
sumado a actividades deportivas suaves y a mi ritmo, como es el
senderismo y un poco de bicicleta (suave), me han ayudado a que los periodos
de mejoría se prolonguen más en el tiempo. Y lo que para mí es más
importante todavía, que esos periodos sean los más vivos y felices
posibles.
Todo pasa por una planificación que nos permita viajar minimizando los riesgos y que en caso de emergencia, nos posibilite un regreso rápido y cómodo.También hay que tener en cuenta que debemos limitar el esfuerzo físico, puesto que el exceso suele tener graves consecuencias, agravando el mal estado de la inflamación intestinal.
También hay que procurar evitar el estrés, aunque para los que sufren esté problema, no esté hablando de una novedad. Pero es algo esencial.
¿Y como se consigue eso?
Primero procurando tener el ánimo alto y teniendo presente que vamos de vacaciones a disfrutar, no a correr de un lado a otro como un turista apresurado.
He aquí algunas claves para lograr un viaje más seguro y menos estresante. Apto para enfermos de Crohn que estén en posición de hacerlo, pero teman salir de su entorno próximo.
(Son consejos basados en la propia experiencia, pero son solo eso, consejos que pueden tenerse o no en cuenta, pues cada persona es un mundo y no se puede generalizar).
1º.-
Planificar la ruta.
Hay que hacerse con un mapa. Y hablo de un mapa en papel.
Internet es una gran herramienta, pero no hay nada más fiable para consultar que un buen mapa.
Se puede comprar en tienda, por internet o conseguir alguno gratuitamente en las oficinas de turismo.
Te ayudará a, no solo ver la ruta, sino todo el territorio que la rodea, para así saber en todo momento si hay poblaciones cerca, fuentes de aprovisionamiento, rutas alternativas o "vías de escape".
En mi caso particular, con tan solo consultar el mapa en papel ya me recorre una sensación de aventura que me anima.
Conviene consultar los alojamientos y zonas de aprovisionamientos que vayas a encontrar a lo largo de la ruta. Y no limitarte solo a las paradas que se tengan previstas, puesto que el viaje no estará exento de sorpresas y en nuestro caso, debemos ser más precavidos.
Si la jornada va a resultar más corta de lo previsto a causa del clima, de un pinchazo o de un fuerte dolor de tripas, hay que tener un plan alternativo.
Mi consejo, buscar rutas que discurran más o menos paralelamente a vías de ferrocarril o lineas regulares de autobús, con lo que en caso necesario, puede optarse por acortar el camino subiéndose a un transporte público o en el peor de los casos, tener la opción de regresar a casa de una forma más cómoda y rápida.
Sin embargo, procurad limitar las consultas de internet con el fin de no perder parte de la "aventura". En ocasiones, he mirado tantas fotos y datos de los lugares que voy a visitar, que cuando llegaba a ellos, me parecía haber estado ya antes allí.
Yo suelo llevar una guía además del mapa, en la que anoto a bolígrafo antes de salir de viaje teléfonos y todo tipo de cosas que puedan ayudarme en la ruta. Más vale prevenir.
2º.-
Seguridad.
Botiquín (con la medicación), seguro de viaje (totalmente opcional) y herramientas para reparaciones básicas de nuestra bicicleta.
A esto sumaría una hoja de ruta con los teléfonos de alojamientos, de emergencias y una bolsa protectora para nuestra documentación.
Por supuesto, se pueden añadir o decir muchas más cosas, eso ya depende de cada uno. Pero sinceramente, yo, como supongo que muchos de vosotr@s, no estoy como para tirar de mucho peso.
La lista de teléfonos la considero esencial. Te salvará de muchos problemas.
Y si vais al extranjero y no domináis muy bien el idioma, como es mi caso, una guía de conversación de bolsillo.
3.-
Independencia
La bicicleta plegable es un vehículo fantástico para viajar. Porque en caso necesario, te la dejan meter en casi cualquier transporte público.
Pensad que no es necesario atenerse a rutas fijadas por otros.
Yo, de hecho, suelo tomar rutas creadas y las adapto a mis necesidades y gustos.
En muchas ocasiones he visto que la ruta pasaba por zonas no tan bonitas o que tienen un intenso tráfico. O quizá se hace demasiado larga recorrerla entera.
A veces, tomo secciones de diferentes rutas y las uno mediante transporte público, generalmente tren.
Así disfruto de lugares especialmente bellos saltándome lo que menos me gusta, o acortando un viaje que de otra forma, se haría demasiado largo.
La bicicleta plegable te da esta independencia, al ser muy versátil.
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De momento esto es todo por ahora. (Quizá añada cosas más adelante).
Espero
que este blog aliente a personas como yo, para que se animen a
realizar actividades que en un principio pueden parecer
incompatibles, pero que son buenas para nosotr@s y que nos pueden
hacer la vida más feliz.
El
mundo tiene mucho que ofrecernos si sabemos cómo disfrutar de él.
Un afectuoso saludo para tod@s los enfermos de Crohn y a quienes nos
apoyan.
Y ahora, las modificaciones en mi bicicleta. ;)
Matriculada y con un reflectante ¡lol!
Nuevo transportín de oferta (9€). Sistema btwin (Decathlon)
Con esta fijación, quito y pongo el maletín con un solo click. Ya no va atornillada.
Es un fragmento cortado de una caja plegable con sistema btwin comprada de oferta (4€)
(Todo parece de "marca blanca" de ACME)
También he cambiado el sistema de marchas. El de "manilla" no me acababa de gustar porque se descalibraba muy pronto. He puesto uno sencillo Shimano.
Estoy deseando realizar mi próxima ruta por la Bretaña francesa...
Por cierto, si tienes el mismo problema que yo y quieres comentar algo, no lo dudes. Aquí debajo...
Hola JaviRo:
ResponderEliminarMe llamo Beatriz. Quería felicitarte por tu blog, que sigo y me encanta. Por tu espíritu viajero, de aventura, por tu forma de entender el viaje y el modo de narrarlo. Contagias tu alegria y el sentido de que el viaje como la vida es una aventura por descubrir.
Mi marido y yo tenemos bicicletas plegables Dahon (Boardwalk y Ciao) y nos encanta el mundo de la bici. Tenemos 62 y 64 años y hemos hecho algo de ciclo turismo y en Madrid nos gusta salir los domingos a descubrir zonas nuevas. No conducimos coche con lo que todo lo tenemos que planificar muy bien en tren antes de salir. Yo padezco fibromialgia y considero de gran ayuda tus consejos para planificar un viaje cuando se padece una enfermedad crónica. En fin, mis felicitaciones. Estoy deseando conocer tus nuevas rutas. Un abrazo desde Madrid de dos fan y seguidores.